El huevo se puede introducir desde los 6 meses, igual que prácticamente el resto de alimentos.
No hay evidencia que justifique retrasar la introducción de alimentos potencialmente alergénicos según la ESPGHAN, ya que no previene el riesgo de alergia.
De hecho, los últimos estudios dicen que introducir el huevo (y otros alimentos alergénicos) de manera temprana en los primeros meses de la alimentación complementaria puede proteger de una futura alergia. Antes se pensaba que lo mejor era retardar el consumo de alimentos como los lácteos, pescados, frutos secos y el huevo, con el fin de evitar las alergias.
Sin embargo, los estudios más recientes indican que mientras más pronto se consuma estos productos, se minimizan las reacciones adversas. Estas recomendaciones son independientemente del riesgo familiar o personal de alergia que tenga el niño o la niña.
Algunos síntomas que suelen darse cuando un bebé tiene una reacción alérgica pueden ser:
Si tu bebé muestra cualquier signo de una reacción alérgica deja de alimentar inmediatamente al bebé y acude a urgencias. Una vez haya pasado el cuadro alérgico, acudiremos al pediatra o alergólogo del pequeño para hacer un diagnóstico en claro de su alergia y dejar que nos oriente y guíe. .
Consejos prácticos para su introducción en la alimentación complementaria
Al ser un alimento potencialmente alergénico se recomienda hacer su introducción de manera especial. Cuando hablamos de alergia al huevo podemos referirnos a la alergia a la clara del huevo (es lo más habitual, ya que es donde se encuentran las proteínas más alergénicas), al huevo entero o solamente a la yema (menos frecuente).
Por otra parte, algunas proteínas son termolábiles, es decir, cambian la posibilidad de producir síntomas de alergia alergia al someterse a altas temperaturas y por este motivo se puede tolerar en algunos casos el huevo bien cocido pero tener alergia al huevo crudo.
En realidad, no hay un consenso entre los diferentes organismos sobre la mejor forma de introducir el huevo. Lo más recomendable es que consultes a tu pediatra si hacerlo de una forma u otra, aquí te enseñamos las más aceptadas en base a la evidencia científica actual:.
1. Ofrecerlo entero, sin separar las partes
Podemos cocer el huevo y rallarlo en sus comidas, ofrecerlo en formato de tortilla francesa o hacer tortitas de avena y huevo.
Esta forma de ofrecerlo está justificada con que es muy complicado separar físicamente la yema de la clara sin que queden proteínas de una parte y de la otra adheridas entre sí. Por eso, aunque no lo veamos con nuestros ojos, es probable que se hayan mezclado igualmente y la alergia se exprese igualmente.
2. Ofrecerlo entero, sin separar las partes
Podemos empezar ofreciendo la yema, ya que, como hemos dicho antes, es menos alergénica. Poco a poco y en pequeñas cantidades comprobaremos la tolerancia. A partir de ese momento podemos ofrecer la clara y por último acabar con el huevo entero. Y recuerda ofrecerlo por la mañana o al mediodía, pero nunca por la noche o antes de dormir.
Esta forma de introducción avalada por la SEICAP y AEPED defienden que se expone al niño a una reacción alérgica más leve en caso de que sea alérgico. Es decir, no prevenimos que aparezca la alergia, pero en caso de que esté genéticamente predispuesto y la vaya a tener igualmente, al menos que sea de forma menos agresiva y podamos reaccionar rápidamente.
Lo mejor es que preguntes a tu pediatra o alergólogo cuál es la forma que le recomienda a tu peque en base a su historial clínico, contexto y genética familiar.
¿De qué forma no debemos ofrecer huevo?
Crudos o semicrudos, por ejemplo en preparaciones como mayonesas caseras, huevos poché poco cocinados, tortilla muy poco hecha… Esto es fundamental para evitar toxiinfecciones como la salmonelosis y además evita una posible alergia. Esto es porque la reacción puede ser menos acusada cuando el alimento está más cocinado, ya que sus proteínas son termosensibles.
Además, la proteína de aquellos huevos poco cocinados no se absorbe ni asimila igual. Para aprovechar todos los nutrientes de este increíble alimento, lo ideal es que esté cocinado.
¿Cómo mantener una correcta seguridad alimentaria con los huevos?
Ideas divertidas para ofrecer huevo
Y recuerda…
Al ser proteína animal, el máximo diario es importante. De 6 a 12 meses pueden consumir como máximo una ración de proteína animal, esto es:.
- 20-30 g de carne, 30-40 g de pescado o 1 huevo talla S.
Esto significa que si para comer le hemos ofrecido 30 g de carne, ya no podemos ofrecer de nuevo pescado o huevo y tendremos que esperar al día siguiente. También podemos dividir las raciones y darle medio huevo en la comida y 15 g de pescado en la cena (porque partimos por la mitad las raciones para formar una entera de proteína animal). Recuerda que la proteína vegetal debe estar presente y por ello valoraremos el menú del día en función de si va a consumir proteína animal o no. Siempre en torno a una alimentación sana y rica en frutas, verduras, legumbres y cereales.
Bibliografía
American Academy of Pediatrics (AAP), April 2019.
“There is no evidence that delaying the introduction of allergenic foods, including peanuts, eggs, and fish, beyond 4 to 6 months prevents atopic disease. There is now evidence that early introduction of peanuts may prevent peanut allergy.”.
European Academy of Allergy and Clinical Immunology (EAACI), 2020.
“The most effective age to introduce egg and peanut is from 4-6 months of life.”
The British Society for Allergy and Clinical Immunology (BSACI), 2018.
“In babies at higher risk of food allergy, studies have shown that starting egg and peanut earlier - from 4 months of age - can help prevent food allergy to egg and peanut.”
Canadian Society of Allergy and Clinical Immunology (CSACI), 2020.
“To prevent peanut and/or egg allergy, peanut and egg should be introduced around 6 months of life.”