La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es una reacción adversa del sistema inmunológico a las proteínas presentes en la leche de vaca. Es más común en bebés y niños pequeños, aunque también puede afectar a adultos.
Las proteínas de la leche de vaca que comúnmente desencadenan la alergia son la caseína y la proteína del suero de la leche (como la beta-lactoglobulina y la alfa-lactoalbúmina). Cuando alguien con APLV consume alimentos que contienen estas proteínas, el sistema inmunológico reacciona exageradamente y libera sustancias químicas, como la histamina, que desencadenan los síntomas alérgicos.
Entendiendo la intolerancia a la proteína de la leche: señales y síntomas en bebés
Los bebés con alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) pueden mostrar una variedad de señales y síntomas que pueden manifestarse en diferentes sistemas del cuerpo. La APLV puede provocar una amplia gama de síntomas, que pueden variar desde leves, como urticaria o problemas gastrointestinales, hasta más graves, como dificultad para respirar o anafilaxia. Algunos de los signos y síntomas comunes que podrían indicar que tu bebé tiene APLV incluyen problemas gastrointestinales como vómitos, reflujo, diarrea, cólicos intensos… También suele haber urticaria, inflamación en la boca y en el área del pañal, congestión nasal, tos, sibilancias y suele ir acompañado de retraso en el crecimiento, irritabilidad y falta de energía.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar de un bebé a otro, y no todos los bebés con APLV experimentan todos estos síntomas. Además, estos signos y síntomas también pueden ser causados por otras condiciones médicas, por lo que es fundamental consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso.
Si sospechas que tu bebé podría tener alergia a la proteína de la leche de vaca, es recomendable buscar atención médica para una evaluación adecuada. Un pediatra puede realizar pruebas específicas para confirmar la alergia y su nutricionista puede cambiar la dieta o usar fórmulas especiales si el bebé es alimentado artificialmente.
Manejo y cuidados para bebés con intolerancia a la proteína de la leche
El tratamiento principal para la APLV es evitar el consumo de productos lácteos que contengan proteínas de la leche de vaca. En bebés alimentados con leche materna, esto a menudo implica que la madre debe seguir una dieta libre de lácteos. En casos más graves, puede ser necesario el uso de medicamentos antihistamínicos o epinefrina para controlar las reacciones alérgicas severas.
Etiquetado: ¿cómo leer etiquetas en APLV?
Para evitar la proteína de la leche de vaca (PLV) al leer etiquetas de alimentos, es importante buscar los ingredientes que puedan contener derivados lácteos. Aquí hay algunos consejos para leer el etiquetado de manera efectiva: